A LA PRINCESA DROGADA



que nos roba el dinero y lo más importante.

A la sensación pedante de los que no pierden.
Al señor, ese elegante del cuento del ligue absurdo.

Al profesor magistral. Del miedo cree sacar verdad
y si no... trabajo y sangre.

Que la letra si no entra
con sangre se sufre más a pesar de no entender:
el sentimiento, la verdadera pasión, la vida de lo real.

¿Quien quieres que sea? Acaso tengo que dar el sueño de sociedad.

No tengo prisa, sí ansío.
No tengo pena, sí lágrimas.
No tengo empresas (S.A) sí prisas

Pero yo piso despacio, cada día es un regalo
El presente me da alas
Y si no la cago.
Y no me importa, creciendo llego hasta un cielo
Azul, claro, tan claro, de porta fondos negro y forme.

Arroyo/Sevilla